REPARTIMOS PARA IGUALAR

Los problemas en los que hemos de repartir la diferencia que hay entre dos cantidades para conseguir igualarlas no son frecuentes en los libros de texto aunque representan situaciones que perfectamente se dan en la vida cotidiana. No son sencillos pero eso no quiere decir que no puedan ser abordados. La primera dificultad aparecerá al formular el problema. Dadas dos cantidades, por ejemplo 88 y 64, la pregunta que es posible que formulen sea...Si yo tengo 64 cromos y mi primo 88¿cuántos cromos me tiene que dar mi amigo para tener 88? Este tipo de problemas no se corresponden con esta pregunta porque la finalidad es que su amigo le de cromos para quedarse los dos con la misma cantidad no para que el que tenga 64 se quede con 88 porque entonces el de 88 se va a quedar con una cantidad diferente. La pregunta sería...¿Cuántos cromos tendría que darme mi amigo para tener los dos iguales? Su resolución implica ir trabajando la resta y la suma paralelamente y que los dos números de los que partimos varíen para al final ser iguales. En primero ya nos iniciamos en este tipo de problemas. Ahora, en segundo, aumentamos la dificultad trabajando con números mayores. Si necesitan ayuda podemos apoyarnos en los movimientos en las casitas de las centenas. Las estrategias que utiliza Andrés son dos; primero redondea las cantidades para después repartir la diferencia que existe entre ellos.